Estimados amigos, donantes y voluntarios:
Me dirijo a vosotros a través de la Memoria Anual de Actividades en la que encontrareis los proyectos que Fabre ha desarrollado a lo largo de este año 2020.
Empapados en el ambiente que nos está dejando la lucha contra el COVID 19 en todo el planeta y afrontando las graves consecuencias sociales, sanitarias y económicas que esta misma crisis nos está dejando, me propongo reflejar en unas líneas algunas reflexiones que surgen a raíz de estos meses de trabajo junto a los más necesitados.
Me gustaría recordar la importancia del carácter integral que debe tener el desarrollo. Pienso que éste no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico, debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. En otras palabras, siempre hemos de afirmar la grandeza de todos los seres humanos. Al mismo tiempo, ese desarrollo integral ha de abrazar todo lo humano en todas sus dimensiones. Esta exigencia de integralidad nos la propone hoy en día la humanidad para la que trabajamos. Se trata, en definitiva, de cambiar el modelo de desarrollo global y redefinir el progreso: esa es parte de la tarea que FABRE se propone. Hace falta construir liderazgos que marquen caminos; y en esa clave FABRE desarrolla programas para la Educacion para el Desarrollo y la Ciudadanía global y la Sensibilización, proponiéndose despertar a nuestra sociedad.
Querría resaltar esa necesidad de ser cada uno de nosotros líderes del cambio en nuestro entorno, líderes que marquen caminos para que podamos hacer un mundo más justo entre todos. Se trata, por lo tanto, de grandes desafíos y equilibrios que es necesario encontrar, sin desánimos y sin mirar para otro lado.
Recuerdo una frase de una entrevista a Georg Sporschill, S.J., y a Federica Radice Fossati Confalonieri que nos puede ayudar si surge el desánimo ante esta ingente tarea: “Sólo el amor vence el cansancio” [“Corriere della Sera”, 1 septiembre 2012]. Ese amor hará que encontremos dinamismos nuevos en la sociedad e intentemos involucrar a otras personas en este ideal, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos, los cambios que necesita y espera la Humanidad.
Estos son algunas de las reflexiones que quería compartir con vosotros, a la vez que os expreso mi deseo de que esta Memoria sea capaz de reflejar el entusiasmo y la seriedad del trabajo del Equipo y Patronato de la Fundacion FABRE y el enorme agradecimiento a cada uno de vosotros que lo hacéis posible.
Aportando cada uno un pequeño granito de arena, con la unión de todos los esfuerzos, nuestra contribución se hace inmensa.
Con el deseo de que vosotros y vuestras familias os encontréis bien, recibid un saludo muy cordial,
Rita Regojo Bacardi
Presidenta FABRE